Carlos Plaza

¿Sabes qué son los vinos tranquilos exactamente? Te lo contamos a continuación.

Un vino tranquilo debe cumplir dos requisitos:

  1. su concentración en dióxido de carbono es inferior a 4 g/l a 20º C, por lo tanto no tiene burbujas.*
  1. su grado alcohólico irá desde 8,5º y a 14,5º, excepcionalmente 15º.*

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Desarrollemos el primer requisito para un vino tranquilo. El vino es el líquido resultante de la fermentación alcohólica de la uva estrujada o de su zumo. Esta fermentación alcohólica es el proceso por el cual los azúcares naturales presentes en el mosto de la uva se convierten, por la acción de las levaduras endógenas o añadidas, en alcohol (un 51,34%), en gas carbónico (48,16)** y el resto en otras sustancias: glicerol, ácido succínico, ácido acético, ácido láctico, butilenglicol, aldehído acético, ácido pirúvico, alcoholes superiores y otras sustancias presentes en cantidades mínimas.

Las levaduras son el agente que descompone el azúcar en alcohol y en gas carbónico.

El mosto, al calentarse, desprende esas burbujas gaseosas que provocan un fuerte hervor, es gas carbónico, CO2 o dióxido de carbono. En los vinos tranquilos la cantidad es tan pequeña (inferior a 4 g/l a 20º C) que es imperceptible tanto a la vista como en boca. Si tuviéramos una cantidad considerable de CO2, o lo que es lo mismo, dióxido de carbono o gas carbónico, veríamos burbujas.

En un vino tranquilo no hemos retenido el gas carbónico, su concentración en dióxido de carbono o CO2 es muy pequeña como hemos mencionado anteriormente, y por eso no aparecen burbujas. La cantidad de CO2 es tan pequeña que es imperceptible tanto a la vista como en boca; es pequeña, sí, pero necesaria para aportarle frescura y sabores de fruta primaria al vino.

La fermentación alcohólica es indispensable para obtener un vino tranquilo. Para obtener un vino con burbujas se realiza una segunda fermentación en un compartimento estanco, bien en un tanque o bien en la propia botella, no dejando escapar ese CO2, o lo que es lo mismo, consiguiendo que quede aprisionado originando las burbujas que nos encontraríamos en el vino final. Este tipo de vino que no son tranquilos, son, como has podido imaginar, los vinos espumosos. Vino espumosos como el CAVA español o el Champagne francés elaborados por el método tradicional con su segunda fermentación en la botella o el Prosecco italiano, elaborado mediante el método de tanque.

Con respecto al segundo requisito, que su grado de alcohol debe ir desde 8,5º y a 14,5º, cabe mencionar que todo lo que sea menor de 8,5º no es vino, (salvo en contadas excepciones, en las que el clima, suelo o variedad, la legislación de una región lo permita y este grado se pueda reducir a 7º).

Así mismo, si tiene más de 15º es vino, pero no es un vino tranquilo es otro tipo de vino, como por ejemplo un vino generosos o fortificado.

Conocer qué es un vino tranquilo nos proporciona un excelente punto de partida para saber qué tipos de vino existen, cómo son elaborados y cuales son nuestros favoritos.

De la misma manera que un vino seco nos indica que tras la fermentación los azúcares residuales que quedan en el vino son mínimos, la denominación vino tranquilo nos asegura que la cantidad de CO2 es también residual.

De este modo, podemos describir nuestro Carlos Plaza Macabeo-Sauvignon Blanc, como un vino blanco tranquilo seco. Más información sobre este vino aquí

 

Carlos Plaza Macabeo-Sauvignon Blanc Vino blanco de Extremadura

Curiosidad que espero que te resulte interesante: la palabra fermentación viene de la palabra latina fervere que significa hervir. La fermentación alcohólica tiene lugar a altas temperaturas: entre 20º y 32º para los vinos tintos y entre 12º y 22º para blancos y rosados.

 

*Ley 24/23 de 10 de Julio de la Viña y el Vino.

*Código de Prácticas Enológicas Internacional.

**Enología práctica, Emile Peynaud